Comunicación
Social

Viernes, 15 Marzo 2024 08:00

El monitoreo a medios de comunicación

Los topes de gastos, las obligaciones en materia de fiscalización o la regulación de los tiempos de radio y televisión son algunas medidas ejemplificativas

 

La transición democrática mexicana tuvo paralelismos en la sofisticación de nuestro sistema electoral. Al tiempo que nuestros comicios se volvían más competitivos, fueron incorporados controles para garantizar un relevo pacífico del poder apegado a los principios de la materia electoral.

 

Los topes de gastos, las obligaciones en materia de fiscalización o la regulación de los tiempos de radio y televisión son algunas medidas ejemplificativas. Cada una de estas innovaciones estuvo justificada por desequilibrios que ocurrieron previo a la transición y buscaron resolverlas.

 

Este es el caso de la difusión que los medios de comunicación hacen sobre las candidaturas y partidos durante los procesos comiciales. En los años del sistema de partido hegemónico era común que la mayoría del tiempo en noticiarios se dedicara a la candidatura oficial. Ello, en detrimento de la información respecto a las otras ofertas políticas.

 

Los monitoreos, precisamente, surgieron para contrapesar estos sesgos. Esta herramienta es esencial para que los medios ejerzan su libertad de expresión y contribuyan al derecho a la información de las personas de manera imparcial. En efecto, estos recursos no inciden en las políticas editoriales de cada medio, pero sí brindan señales de sus tendencias a la ciudadanía.

 

El propósito de estos trabajos es verificar el cumplimiento de los tiempos de transmisión, evaluar el enfoque periodístico, la imparcialidad y la participación de los actores. Se realiza en medios electrónicos, impresos, internet y alternos. No sólo se recolectan los testigos de la información, también se realiza un análisis su contenido.

 

Además, se monitorea la propaganda en exteriores y eventos públicos, ponderando un tratamiento equitativo y transparente durante la elección. Una vigilancia efectiva de la propaganda en la vía pública contribuye a una competencia más justa.

 

A nivel nacional, el INE cuenta con una larga trayectoria revisando noticiarios, programas de espectáculo, así como programas de debate, opinión y análisis. Para este 2024, por ejemplo, no sólo analizará la información para conocer el trato otorgado a cada partido. También se utilizará para conocer la presencia de violencia política contra las mujeres o mensajes discriminatorios contra poblaciones vulnerables.

 

El principal propósito es promover la reflexión y dotar a la ciudadanía de información oportuna sobre posibles sesgos en la cobertura y las tendencias mediáticas. 

 

También hay ejemplos que surgen del ámbito local. El Estado de México, por ejemplo, tiene una amplia experiencia realizando estos trabajos. En 2021 se obtuvieron 55 mil 264 registros de propaganda y para la Elección de la Gubernatura de 2023, esta cifra aumentó a 334 mil 284. El IEEM cuenta con alta capacidad para documentar la actividad propagandística en periodos electorales. Este 2024 se verificará, además de radio y televisión, internet, propaganda urbana y hasta cines.

 

Todos los partidos tienen acceso a los testigos de las coberturas y suelen ser utilizados como medios de prueba para la presentación de denuncias. Esto refuerza la confianza en el proceso y promueve una cultura de respeto a los cauces institucionales.

 

Los medios de comunicación son un actor clave en todas las democracias de la actualidad. En todo el mundo, influyen significativamente en cómo la ciudadanía forma su opinión, sus actitudes democráticas y sus preferencias. Para las candidaturas, funcionan como canales para difundir sus propuestas y sus programas de gobierno.

 

El debate democrático requiere de medios libres y de un despliegue equitativo. El monitoreo durante procesos electorales desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la equidad y la transparencia electoral.

 

POR AMALIA PULIDO

Presidenta del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM)

 

 

No es menor que los dos países más poblados de América del Norte renueven su presidencia

 

No es menor que los dos países más poblados de América del Norte renueven su presidencia y sus órganos de representación política en el mismo año. En Estados Unidos la ciudadanía elegirá a su próximo presidente y renovará la totalidad de la cámara baja junto con un tercio del Senado. También se disputarán cargos locales en 11 estados.

 

En México, además de la Presidencia, se renovarán 628 cargos federales, 9 gubernaturas y más de 20 mil cargos locales. Nuestros comicios están cronológicamente vinculados. Dedicaré este espacio para comentar los procesos de selección de las candidaturas presidenciales en la unión americana, donde residen más de doce millones de personas nacidas en nuestro país.

 

La democracia al interior de los partidos no es un tema nuevo y, de hecho, ha sido ampliamente estudiado en la política comparada desde hace varias décadas. Hoy sabemos que los institutos políticos no sólo tienen la función de agregar intereses. También son clave en los procesos de selección y reclutamiento de líderes y futuros funcionarios.

 

De ahí la necesidad de que haya inclusión y participación en su interior. Las personas líderes y las élites partidistas desempeñan un papel importante en la toma de decisiones. Sin embargo, para que los partidos cumplan sus principales funciones sociales, es crucial que haya mecanismos abiertos a las bases y las militancias. 

 

En algunos países es forzoso que sus partidos decidan las candidaturas en elecciones primarias. Las hay de dos tipos: abiertas y cerradas. En las primeras, la ciudadanía puede participar en la elección de candidaturas de cualquier partido, mientras que en las cerradas cada persona sólo podrá votar en la primaria de su propio partido. 

 

Las primarias norteamericanas son un ejemplo que suele estudiarse entre los procesos de selección de candidaturas.

 

Quienes aparezcan en la boleta electoral para la Presidencia de los Estados Unidos emanarán de una serie de elecciones primarias a nivel estatal. En cada entidad federativa se asigna un número de delegados/as que representarán a cada candidatura en función de su desempeño en las primarias. Estas delegaciones acudirán a la Convención Nacional, donde se determina oficialmente la nominación que corresponda a cada partido.

 

Del lado republicano, las encuestas apuntan a que, nuevamente, Donald Trump será su abanderado. Las y los demócratas, por su parte, parecen orientarse a que el presidente, Joe Biden, dispute su reelección en noviembre. Uno y otro han ganado fácilmente en las primarias celebradas hasta el momento.

 

Hay evidencia que apunta a que procesos de selección interna como estos promueven la participación ciudadana, así como la competencia y la cohesión al interior de los institutos políticos. Estos mecanismos permiten que la contienda intrapartidaria replique los escenarios democráticos previstos en cada marco institucional.

 

Esto ayuda a garantizar que las y los seleccionados sean representativos de los intereses y las preferencias de las militancias o de las y los votantes, lo que fortalece la legitimidad de su ejercicio en el cargo y del sistema democrático en su conjunto. La diversidad de ideas y enfoques dentro de los partidos, también se ve enriquecida con debates previos.

 

Debemos estar pendientes del desarrollo de la elección en Estados Unidos. Nuestro vecino y más importante socio comercial tendrá una reconfiguración política de alta envergadura, que sin duda impactará en la relación bilateral entre ambos países. El rumbo que tomen las agendas migratoria y de seguridad – entre otros temas - dependerá de los resultados alcanzados en las elecciones estadounidenses de noviembre, así como de los que en México se alcancen el 2 de junio.  

 

POR AMALIA PULIDO

Presidenta del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM)

El caso colombiano es uno de los más estudiados a la hora de analizar la interacción entre violencia

 

El caso colombiano es uno de los más estudiados a la hora de analizar la interacción entre violencia y elecciones. Luego de más de 50 años de conflicto, Colombia se ha convertido en un referente internacional en el manejo de la violencia política electoral restauración a víctimas.

 

En ese sentido, es de gran utilidad revisar estos aprendizajes, ante el crecimiento en la región de la inseguridad y de los crímenes contra políticos, líderes sociales o activistas. Dedicaré estas líneas para reflexionar en torno a sus principales aportaciones.

 

El primer elemento por destacar son las circunscripciones transitorias especiales de paz (CITREP). En 2022, por primera vez y luego de los Acuerdos de Paz firmados entre el Gobierno y las FARC-EP, la ciudadanía colombiana votó por 16 asientos reservados para víctimas del conflicto armado. Algunos de estos territorios no habían tenido comicios en décadas, ante el riesgo de reactivar la violencia.

 

El reto era doble: garantizar una elección en paz e impedir simulaciones en las candidaturas. Debía asegurarse que estos escaños realmente sirvieran a personas vulneradas durante estos periodos de confrontación. Esto es clave para lograr una realidad política libre de violencia.

 

Otro aspecto tiene que ver con la logística electoral. El diseño de planes como el “Ágora II” o el “Democracia” son buenos ejemplos. En 2022, mediante la Unidad Nacional de Protección, se establecieron poco más de 4 mil esquemas de protección a candidaturas.

Además, contaron con una Unidad de Recepción Inmediata para la Transparencia Electoral (URIEL), instancia encargada de recibir y dar seguimiento al trámite de las denuncias por violencia política electoral.

 

También es un ejemplo internacional en materia de colaboración institucional. La URIEL está conformada por el Ministerio de Defensa Nacional, la Policía Nacional, la Unidad de Información y Análisis Financiero, entre otras. Fuera de Colombia, también hay líneas de acción útiles contra la violencia.

 

Las nuevas modalidades de votación en México son una de ellas. El voto por correo o el electrónico por internet ayudarían a evitar congregaciones que supongan un riesgo de seguridad. También, impedirían que el miedo afecte los niveles de participación en zonas con alta incidencia delictiva. El voto desde el extranjero ha ofrecido valiosas experiencias. Vale la pena explorarlas en territorio nacional.

 

En el Estado de México, junto con diversas estrategias de gestión de riesgos, estamos impulsando la creación de enlaces directos entre vocalías ejecutivas y las coordinaciones regionales de las autoridades de seguridad. La comunicación es clave para respuestas oportunas.

 

No son pocos los países en los que las elecciones se desarrollan en contextos de violencia o inseguridad. De ahí la importancia de difundir buenas prácticas internacionales y seguir diseñando mecanismos domésticos para la coordinación. Aún con todas sus áreas de oportunidad, el caso colombiano brinda ideas que vale la pena estudiar y analizar para generar espacios seguros para el ejercicio de derechos político-electorales.

 

POR AMALIA PULIDO

Presidenta del Instituto Electoral del Estado de México
@pulido_amalia

En primer lugar, hay que mencionar que Taiwán posee fórmulas similares a las mexicanas para elegir su presidencia y poder legislativo

 

En política comparada existen múltiples estudios que analizan a México y Taiwán como modelos clásicos de transiciones en sistemas con partidos dominantes. Desde su primera alternancia en el 2000, mantienen interesantes paralelismos que siguen reinterpretándose elección tras elección. Hace unas semanas, en Taipei, el candidato Lai Ching-te del Partido Democrático Progresista celebró su victoria en los comicios presidenciales. Por su parte, el Kuomintang (KMT) logró impedirle la mayoría legislativa. Este ejercicio democrático tiene importantes lecciones no sólo en política internacional. Compartiré algunos apuntes hechos desde la arista electoral.

 

En primer lugar, hay que mencionar que Taiwán posee fórmulas similares a las mexicanas para elegir su presidencia y poder legislativo. Esto, sin embargo, no siempre fue así. Luego de su transición, Taiwán optó por un nuevo sistema de repartición de escaños. El esquema de voto único no transferible, implementado hasta 2008, fue sustituido por uno mixto. Dos terceras partes de la cámara son electas por mayoría relativa y el resto a través de listas cerradas de representación proporcional. Esta reforma es un ejemplo clásico de los efectos de la mecánica electoral en la configuración política de los países. Las fórmulas son clave para distribuir el poder entre partidos.

 

Un segundo elemento tiene que ver con la logística electoral durante la jornada. En ambos casos, las personas siguen utilizando papeletas en centros de votación previamente definidos. Las boletas son escrutadas manualmente y son mostradas al público antes de ser computadas. Las autoridades mexicanas han transitado hacia nuevas modalidades de participación. En Taiwán, sigue sin existir el voto anticipado, el postal o el electrónico por internet. Este 2024, las y los mexicanos podrán registrarse para votar de manera anticipada, y quienes residen en el extranjero, de manera digital y por correo.

 

El componente ideológico es el tercer punto que quiero destacar. Hoy sigue prevaleciendo el clivaje entre quienes reivindican la nacionalidad taiwanesa y los que apelan al vínculo con la República Popular. El sistema cuenta con opciones que proclaman la independencia y con otras a favor de que China es ‘una sola’. Partidos como el KMT, habían adoptado posturas ambiguas al respecto. Los resultados de los comicios sugieren mayor apoyo a actitudes ideológicamente bien determinadas.

 

México y Taiwán compartieron similitudes en sus procesos políticos de principios de siglo. Hay, sin embargo, divergencias considerables en materia electoral. El modelo mexicano ha desarrollado valiosas ventajas comparativas. El mundo, desde hace tiempo, voltea hacia nuestra organización comicial para identificar soluciones y mejoras de sus instrumentos. A pesar de todo, hay que reconocer el espíritu democrático de la población taiwanesa: 72% del electorado votó el pasado 13 de enero, sin existir obligatoriedad. Depende de todas y todos nosotros, alcanzar niveles de participación tan altos como esos.

 

POR AMALIA PULIDO GÓMEZ
@PULIDO_AMALIA
PRESIDENTA DEL INSTITUTO ELECTORAL DEL ESTADO DE MÉXICO

Viernes, 19 Enero 2024 08:00

La vía independiente

La reforma constitucional de 2012 tuvo como propósito reinstalar la posibilidad de que todos pudieran aspirar a un cargo de elección popular

 

La ciudadanización de las elecciones es, quizás, la modificación más importante que vivió nuestro sistema electoral durante el proceso de transición democrática. Ello implicó que los cargos clave en el Instituto Federal Electoral y en los locales fueran ocupados por personas sin dependencias gubernamental o hacia los partidos.

 

A partir de 1996, por ejemplo, el ejecutivo dejó de tener presencia en el órgano de dirección del IFE y las decisiones las tomaron consejerías ciudadanas nombradas por mayoría calificada en el congreso. También se ha consolidado la práctica de que la capacitación y asistencia electoral, así como la integración de las mesas de casilla sean estrictamente ciudadanas.

 

Cambios de gran calado como éste tardaron en llegar a las candidaturas mexicanas. La reforma constitucional de 2012 tuvo como propósito reinstalar la posibilidad de que todas y todos pudieran a aspirar a un ocupar un cargo de elección popular, independientemente de si un partido político los postulaba o no.

 

El derecho político a buscar ejercer la representación adquiría entonces universalidad. Desde entonces, las candidaturas independientes han representado un importante mecanismo para maximizar el derecho a ser votadas y votados.

 

Sin embargo, hay aún áreas de oportunidad para perfeccionar la vía independiente como auténtica herramienta ciudadana de incidencia política. La cantidad de escritos de manifestación que son presentados ante las autoridades hace necesario reflexionar sobre los requisitos actuales que prevé la norma para participar a través de esta figura.

 

La disminución del número de aspirantes y la baja en la cantidad de registros logrados, deben motivarnos a repensar este esquema y reorientar lo necesario para que no pierda su valor e importancia. Debe revisarse si el número de apoyos necesarios para obtener una candidatura es alcanzable y si las normas de financiamiento permiten una competencia equitativa respecto de las candidaturas partidistas.

 

La comunidad interamericana ha establecido que el ejercicio efectivo de los derechos ciudadanos constituye un fin en sí mismo y, a la vez, un medio fundamental para que las sociedades garanticen los demás derechos humanos previstos en el Pacto de San José. Las autoridades públicas deben propiciar las mejores condiciones y mecanismos para que dichas prerrogativas puedan ser ejercidas de forma efectiva.

 

En el Estado de México ya contamos con aspirantes a candidaturas independientes para diputaciones locales y ayuntamientos. Tendrán hasta el 17 de febrero recabar el 3% de la lista nominal de sus demarcaciones en apoyos de la ciudadanía. Luego de ello, podrán solicitar el registro formal de su candidatura.

 

Las constituciones locales de Sonora en 2005 y Yucatán en 2006, fueron pioneras en abrir este derecho político a toda su ciudadanía. Actualmente, desde lo local, tenemos mucho que aportar para perfeccionar la vía independiente. El diálogo y la discusión públicas serán indispensables de cara a los procesos electorales venideros.

 

POR AMALIA PULIDO
@PULIDO_AMALIA 
CONSEJERA PRESIDENTA DEL INSTITUTO ELECTORAL DEL ESTADO DE MÉXICO

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