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¿Se han preguntado qué debió suceder para que hoy existan mujeres gobernando o legislando en México? Aunque ahora parezca algo normal, no siempre fue así: llegar hasta este momento tomó décadas de lucha y perseverancia. Las mujeres han participado en la construcción del país, pero, cuando se escribieron las leyes, quedaron fuera. Un caso fue, por ejemplo, que en la Constitución de 1917 no se les reconoció el derecho a votar ni a ser electas.

 

Actualmente, es necesario tener presente la pregunta ¿cómo se originó el cambio? Los primeros pasos se dieron desde algunos estados del país; un momento clave y trascendental fue el Primer Congreso Feminista, celebrado en 1916, en Yucatán. En esa época, la exigencia del voto municipal para las mujeres era visto como una amenaza al “orden moral y familiar”; pero, para 1922, la lucha rindió frutos y Rosa Torres se convirtió en la primera Regidora de Mérida y del país. Años después, en la década de 1940, el Frente Único Pro Derechos de la Mujer logró reunir a 50,000 mujeres de distintos estratos e ideologías, demostrando que la lucha era colectiva.

 

En 1947 se dio otro gran paso: las mujeres mexicanas obtuvieron el derecho a votar y ser electas en el ámbito municipal. Faltaba camino, pero la puerta ya estaba entreabierta. Seis años después, en 1953, se reconoció su ciudadanía plena y su derecho a participar en elecciones federales. Con estos antecedentes, en 1954, las mujeres votaron por primera vez en elecciones federales y estatales en Baja California; en 1955 participaron en elecciones intermedias, y como resultado, fueron electas las primeras cuatro diputadas federales en la historia, no obstante, fue hasta 1958 cuando participaron por primera vez en una elección presidencial.

 

Aunque el voto de las mujeres fue un hito, no significó igualdad automática. Durante décadas, su presencia en la política avanzó poco, en consecuencia, en la historia más reciente del país fue necesario establecer cuotas de género en las candidaturas hasta llegar a la paridad “en todo” como principio constitucional. Así, después de muchos esfuerzos, hoy podemos ver cambios más palpables. En las elecciones federales de 2024, las Cámaras de las y los Diputados y Senadores se conformaron de manera paritaria; y en cuanto al ejercicio del voto, las mujeres tuvieron un 64.3% de participación a nivel federal, haciendo tangible la importancia del derecho a votar y ser electas. Tras las recientes elecciones de 2025, la presencia de mujeres en el Poder Judicial también reflejó avances cuantitativos mostrando cómo, poco a poco, es posible cerrar la brecha de género.

 

En suma, el voto de las mujeres no fue un regalo, sino el fruto de una lucha histórica. La próxima vez que votemos podemos cuestionarnos ¿quiénes continuarán abriendo el camino para las que vienen después? Esta pregunta me parece pertinente porque considero que la democracia paritaria, sustantiva e incluyente todavía enfrenta retos, entre ellos, que las personas lleguen con perspectiva de género a los espacios de decisión política o de impartición de justicia.

 

Después de una jornada electoral inédita y nueve días de cómputos, surge la pregunta: ¿cuáles son los resultados? La respuesta está en una serie de procedimientos que el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) llevó a cabo para dotar de certeza a la culminación de un proceso electoral sin precedentes. Por ello, me parece importante destacar que estas acciones son el resultado de un conjunto de normas puestas en práctica que surgen desde las Constituciones federal y local, el Código Electoral del Estado de México (CEEM) y los Acuerdos emitidos por el Consejo General del IEEM como: los Lineamientos de Paridad de Género (IEEM/CG/29/2025), el Procedimiento “8 de 8” previo a la asignación de cargos (IEEM/CG/89/2025) y el Procedimiento para la sumatoria final y la asignación de cargos (IEEM/CG/90/2025).

 

Con respecto de los requisitos de elegibilidad, estos se verificaron en dos momentos. El primero fue cuando los Comités de Evaluación de los tres poderes del Estado, revisaron que las personas candidatas los reunieran. El segundo fue previo a la asignación cuando el IEEM efectuó una segunda verificación en función de los resultados del Sistema Informático de Apoyo a los Cómputos. Con base en lo anterior, el Consejo General del IEEM asignó los cargos a partir de la votación obtenida por materia de especialización y el principio constitucional de paridad de género.

 

En el caso de la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia, acorde a los artículos 603 y 620 del CEEM, se asignó a un hombre, quien obtuvo la mayoría de votos. Para los próximos tres periodos de dos años, de acuerdo con lo establecido respecto a la rotación de cargos y la alternancia de género, el segundo periodo fue asignado para mujer y el tercero para hombre. Respecto al cuarto periodo, que tendría que asignarse a una mujer y debido a que sólo una cumplió con los requisitos legales para asumir dicho cargo, no pudo ser asignado; no obstante, deberá asignarse posteriormente a una mujer conforme al principio de paridad; por lo que las autoridades competentes tomarán las medidas necesarias para su debido cumplimiento.

 

En cuanto al Tribunal de Disciplina Judicial se asignaron cinco Magistraturas: en primer término, una mujer y un hombre por un periodo de ocho años, al ser las personas con mayor votación. Las tres asignaciones restantes fueron por cinco años para dos mujeres y un hombre conforme al Transitorio Octavo del Decreto número 63 emitido por la Legislatura Local y los lineamientos de paridad.

 

Para las Magistraturas del Tribunal Superior de Justicia, la asignación fue conforme a la votación obtenida. De las 30 designadas, 16 corresponden a mujeres y 14 a hombres (lo que representa un 53.3% y un 46.6% respectivamente). En el caso de las Juezas y Jueces, de los 55 cargos designados, 34 corresponden a juezas y 21 a jueces (lo que representa un 61.8% de mujeres y un 38.1% de hombres). En ambos casos se puso en práctica la paridad tomando en cuenta la región o el distrito judicial y la materia de especialización; pero, además, en el caso concreto de cargos unipersonales por especialidad de Juezas y Jueces, resalta que, en su mayoría, la ciudadanía decidió que fueran mujeres.

 

Para concluir, me resta mencionar que, ante estos resultados, hoy podemos advertir el impacto de los lineamientos de paridad en su materialización. Estas medidas son una forma concreta de corregir la deuda histórica que han enfrentado las mujeres para acceder en igualdad de condiciones al Poder Judicial. Podemos cerrar un capítulo más y abrir un nuevo episodio de cara al 2027.

La jornada electoral del pasado 1 de junio concluyó recordándonos el significado de la palabra desafío. Enfrentamos un proceso inédito: por primera vez en nuestra historia votamos para renovar el Poder Judicial del Estado de México. Sin embargo, vale recordar que nuestro derecho a votar es sólo una parte de lo que implica construir una ciudadanía activa para fortalecer el régimen democrático. Por esto mismo, la reflexión que presento a continuación es una invitación para pensar todo lo que implica organizar una elección y dimensionar la importancia de la participación ciudadana.

 

La organización de este Proceso Electoral Judicial Extraordinario exigió diseñar una nueva pedagogía electoral, por eso, en el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) buscamos que fuera cercana a la ciudadanía con la creación de contenidos impresos y digitales, la realización de “Foros de debate” y la utilización de los sistemas “Conóceles” y “Ubica tu Casilla”; estas herramientas fueron esenciales para dar a conocer los perfiles de las candidaturas y abrir el diálogo público con las y los mexiquenses para promover su participación y fomentar el voto libre e informado.

 

Otro aspecto a destacar dentro de la jornada fue la instalación del 100% de las casillas en nuestra entidad, esto sólo fue posible con la participación ciudadana; por ello, extiendo mi reconocimiento al funcionariado de casilla que asumió el compromiso de recibir el voto de sus vecinas y vecinos; las y los mexiquenses que acudieron a su casilla a emitir su voto; el personal de los Órganos Desconcentrados y a las personas Supervisoras y Capacitadoras Asistentes Electorales Locales (SEL y CAEL) que trabajaron durante semanas previas a la jornada y durante los cómputos distritales; las personas observadoras electorales y visitantes extranjeras que presenciaron esta elección, su análisis contribuirá a fortalecer el quehacer de las autoridades electorales administrativas; al INE por el trabajo coordinado y, por supuesto, a todo el personal del IEEM. A todas y todos: ¡gracias!

 

Es importante entender que una ciudadanía más activa se convierte en enlace y en puente entre las instituciones y la comunidad; entre la información y la decisión; entre lo que sucede en una jornada y lo que sigue después. Esto no termina aquí: nos toca reforzar lo construido y también mirar hacia adelante.

 

En el caso de este Instituto, continuaremos con la labor de informar de una manera accesible sobre los procesos electorales, siempre con los principios de certeza, imparcialidad, independencia, legalidad, máxima publicidad, objetividad y paridad. Y, en ese sentido, no puedo dejar de insistir en lo fundamental que es, como ciudadanía, dar continuidad al trabajo de las personas que resulten electas. En esta ocasión se trata del Poder Judicial, es necesario conocerlo y evaluarlo para salvaguardar los Derechos Humanos conquistados hasta ahora en México.

 

Lo que viene no es menor: las elecciones de 2027 están en el horizonte y ahora contamos con una base más sólida, pero, también, con una obligación mayor de mantener viva esta conversación democrática.

En México, nos encontramos en la recta final rumbo a la primera jornada electoral del 1 de junio de 2025 para elegir a personas juzgadoras. Por ello, surge un cuestionamiento ante tal momento histórico: ¿cómo asegurar que la ciudadanía cuente con la información necesaria para ejercer un voto libre e informado? Desde el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), hemos difundido contenidos en medios tradicionales y digitales para documentar e informar sobre cada etapa del proceso. En esta ocasión, presento algunos aspectos a considerar para la participación ciudadana en estas elecciones.

 

La página oficial del IEEM (https://www.ieem.org.mx) ofrece un espacio específico llamado “Proceso Electoral Judicial Extraordinario 2025 del Estado de México” donde, al ingresar en la pestaña “Conoce más”, se despliegan 20 botones digitales con información sustancial sobre cada etapa del proceso. En estas secciones pueden leerse temas como los que a continuación referiré.

 

En primer lugar, una pregunta recurrente es ¿cuántas boletas recibiremos al llegar a la casilla? A nivel federal serán 6 boletas para elegir 73 cargos entre ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, magistraturas y juezas y jueces de distrito.  A éstas, se le suman 4 boletas con colores distintivos para elegir 91 cargos a nivel local: una rosa para la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia, una azul para las magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial, una verde para las magistraturas del Tribunal Superior de Justicia y una naranja para elegir juezas y jueces. Esta última no se entregará en los distritos de El Oro, Ixtlahuaca, Lerma, Sultepec y Tenancingo debido a que no se registraron candidaturas vacantes. Cabe señalar que las boletas fueron diseñadas para identificar el número de cargos disponibles para mujeres y hombres, con base en los lineamientos para garantizar la paridad de género (Acuerdo IEEM/CG/29/2025).

 

En segundo lugar, otra duda es ¿cómo será la votación en la casilla? Tras identificarnos con nuestra credencial para votar con fotografía, esta será marcada, se nos aplicará líquido indeleble en el pulgar derecho y nos entregarán 9 o 10 boletas, según sea el caso. En la mampara podremos localizar en cada boleta los cargos listados en 2 columnas (hombres y mujeres), número de candidatura y siglas del poder que postula. Luego, anotaremos en los recuadros superiores los números correspondientes de las candidaturas de nuestra elección y, al finalizar, depositaremos todas las boletas en la misma urna.

 

En tercer lugar, otra interrogante que persiste entre la ciudadanía es: ¿quiénes son las personas aspirantes a los cargos? Para ello, el IEEM habilitó el “Sistema Conóceles” (Acuerdo IEEM/CG/14/2025), un micrositio en la página oficial que concentra los perfiles de las candidaturas registradas, incluyendo datos generales, poder que las postuló, especialidad jurídica, formación, trayectoria profesional y visión para mejorar la impartición de justicia. Además, del 6 al 18 de mayo de 2025, se realizaron los “Foros de Debate” (Acuerdo IEEM/CG/79/2025) organizados por el Instituto donde las personas candidatas presentaron su trayectoria y propuestas en un marco de equidad y respeto. En concreto, a partir de los criterios y de las solicitudes registradas, se realizaron 35 foros de debates. Todos están disponibles en el canal oficial de YouTube del Instituto (www.youtube.com/@IEEMOficial).

 

Cierro con una invitación a la ciudanía mexiquense: esta elección no es como las anteriores. Por primera vez nos toca elegir al Poder Judicial; es decir, votaremos por quiénes ocuparán las magistraturas y juzgados que resuelven asuntos relacionados con herencias, custodias, pensiones alimenticias, igualdad de género y otras situaciones que se pueden percibir lejanas pero que son parte de la vida cotidiana.

 

Por ello, si aún tienes dudas sobre las elecciones del próximo 1 de junio, es una buena oportunidad para explorar las herramientas que ofrece el IEEM en su página oficial. Ahí puedes entrar al “Sistema Conóceles” para leer los perfiles de quienes aspiran a un cargo, ver los “Foros de Debate” para escuchar sus propuestas y ubicar tu casilla en el botón “¿Dónde votar?”, basta con tener a la mano tu credencial para votar y anotar el número de sección. Participar con información clara puede hacer una gran diferencia. Informémonos, decidamos y votemos con libertad. ¡Nos vemos en las urnas!

El Proceso Electoral Judicial Extraordinario 2025 en el Estado de México marca un cambio significativo en la manera de hacer campañas al establecer directrices que limitan el uso de recursos económicos y prohíben las estrategias tradicionales de marketing electoral. Ante este nuevo escenario, las candidaturas buscarán un acercamiento con la ciudadanía para comunicar propuestas claras de forma sencilla y respetuosa. En este contexto, el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) emitió criterios para garantizar la imparcialidad, la neutralidad y la equidad en la contienda bajo el Acuerdo IEEM/CG/77/2025, por lo que resulta fundamental comprender su sentido general y cómo se reflejan en la práctica.

 

En el Estado de México, las campañas iniciaron ayer, 24 de abril, y concluirán el 28 de mayo. Durante 35 días, las redes sociales serán el principal canal para que las personas candidatas den a conocer sus propuestas. Podrán participar en debates públicos y repartir propaganda impresa, siempre que sea reciclable, biodegradable y que no contenga sustancias tóxicas o nocivas para la salud o el medio ambiente. Además, el IEEM habilitó en su sitio web (https://www.ieem.org.mx/) el Sistema Conóceles, un espacio donde pueden consultarse las trayectorias de las personas candidatas para ejercer un voto libre e informado.

 

En el ámbito de la publicidad, las personas candidatas tienen prohibido contratar o adquirir directa o indirectamente, espacios publicitarios en radio y televisión, espacios físicos en la vía pública, pautas en redes sociales, medios impresos o plataformas digitales, así como pagar para amplificar contenidos. En cuanto al financiamiento, las candidaturas no pueden solicitar o recibir dinero ni apoyos en especie de personas, partidos, empresas o instituciones, tampoco usar recursos no fiscalizados ni rebasar el tope de gastos personales de campaña. Es importante mencionar que, en Estado de México, el IEEM fijó dichos topes conforme al artículo 611 del Código Electoral Local.

 

Respecto al proselitismo, no se permite hacer campaña fuera del periodo establecido o la jurisdicción correspondiente, asistir a eventos de partidos, entregar beneficios ni hacer actos proselitistas durante la jornada laboral si se está en funciones públicas. La propaganda no deberá contener símbolos patrios o religiosos, calumnias, referencias a partidos, mensajes que vulneren los derechos de niñas, niños y adolescentes ni algún elemento que de manera directa o indirecta genere violencia política o Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género. Cabe mencionar que las personas servidoras públicas, ministras de culto, dirigentes y afiliadas a partidos políticos, observadoras electorales, visitantes extranjeras y físicas o jurídico colectivas no pueden hacer proselitismo ni participar en actos que favorezcan o perjudiquen a alguna candidatura.

 

En suma, las campañas electorales son el mecanismo por medio del cual las personas candidatas realizarán actividades ante la ciudadanía a fin de presentarles su visión y sus propuestas acerca de la función jurisdiccional y la impartición de la justicia, así como su trayectoria y sus méritos profesionales, con el objetivo de obtener su simpatía y, a la postre, su voluntad el día de la jornada electoral; por lo que las referidas campañas deben transcurrir en un ambiente de cordialidad, armonía y respeto. Esta elección representa una oportunidad para construir cercanía entre la ciudadanía y el Poder Judicial.

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